jueves, 7 de julio de 2011

UN MAL PASO

     Los vecinos se habían marchado, al sur, en busca de un poco de sol. Todas sus discusiones y su energía negativa no cabía en sus maletas. Aproveché la tranquilidad de mis muros para descongelar el frigorífico y echar un buen filete rosa en la sartén. Había comprado una puta tonelada de carne fresca y no tenía tiempo material para comérmela toda, pero el perro del patio de abajo era mi amigo.

     Y después de hacer la carne rosa me senté a ver la televisión, hacía tiempo que no la encendía y estaban pasando una película de esas en las que un tipo que lo tiene todo empieza a jugar con fuego. Lo típico; escenas apoyado en la barra de un bar, su mujer probando humanos nuevos, lluvia, esa melodía tranquila de fondo con una voz femenina susurrando en francés, más lluvia, otra vez la barra del bar, paseos por callejones, putas de cincuenta años merodeando, discusión con el jefe, discusión con su hermano y finiquito del jefe. Mudanza, alquiler de habitación en las afueras, empotrada elegante contra un contenedor de basura con airbags fuera, imágenes empeñando un reloj de oro por un puñado de billetes, amagos de ataques extraños al hígado o al corazón o algún órgano blando. Y luego otra vez las putas de cincuenta años y esa música suave regándolo todo.


     Cuidado amigos, que un mal paso en falso y acabas viéndote la tibia y el peroné en perpendicular a tu fémur. Cuidado con las melodías en francés. Cuidado joder.

     Luego, un documental de chorros de gas explotando hacia afuera a doscientos mil kilómetros por hora para crear nebulosas me dejó un poco encogido, ¿por qué todo eso?, ¿por qué hidrógeno y helio, nitrógeno y oxígeno?, ¿por qué do, re, mi, fa, sol, la, si?, ¿qué demonios es un cuásar?,¿por qué tengo que descongelar yo nada?
     Tened cuidado.


Texto Jacobo Sánchez
Julio 2011

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