martes, 17 de julio de 2012

Y SE GIRA Y SE VA.

     Se va, gira con clase y se va. El viento acerca el sonido de sus pasos pero eso no le traerá de nuevo, se ha ido. 
     Dos meses después ya había mucha confusión, se decía que le habían visto en la costa clavado en la arena pensando cómo atravesar todo aquello sin branquias. Decían que iba vestido igual que cuando partió y que su barba era un poco blanca. Otros decían que había llegado hasta un acantilado descalzo y que también pensaba la manera de sortear el abismo sin plumas. Más informaciones confusas aleteaban sueltas, que sí se había enredado en una alambrada, que si estaba de vuelta y el viento le ayudaba refrescando su espalda, que si viajaba acompañado de un gran perro a rayas...
     Todas las tardes a eso del ocaso ella sacaba su silla y miraba al fondo del camino, esperando ver un punto negro de regreso. También había gente paseando disimuladamente por allí, paseando un perro, portando bolsas, haciendo que corrían o fumando en un banco. Todos esperaban su regreso, pero es que él dijo que se iba, ¿entonces?. Las esperanzas son sólo para las cosas posibles.


texto JACOBO SÁNCHEZ
Julio 2012

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