viernes, 4 de marzo de 2011

AQUELLO

     Agotado, el día se había cebado demasiado conmigo y la cabeza podría explotarme en cualquier momento. Decidí que lo mejor sería tirarme en la cama vestido y dejar que el tiempo se encargara de todo, había funcionado otras veces. Entré a mi dormitorio y me tiré boca abajo con los brazos abiertos, reboté un poco. Entonces noté un bulto arropado, moví un pie y toqué otro pie. 
     - Tssss, hazte para allá - me dijo aquello.
     Esperé un rato extrañado, no se movía, no respiraba muy fuerte, no me molestaba. Suficiente para poder dormir, ya hablaríamos por la mañana...



Jacobo Sánchez
   Año 2011.

No hay comentarios:

Publicar un comentario