lunes, 14 de marzo de 2011

TRAPO

     Los vecinos seguían a lo suyo, no paraban de discutir. Esta vez era por un viaje al extranjero y un abrigo que se había comprado ella, más caro que una llanta de aleación. Me cansaba todo aquello ya, así que subí un poco la música de Lisa Ekdahl para apaciguar y fui a la cocina a por una cerveza, entonces un trapo me atacó. Se tiró contra mi pie y se enredó un poco. Un trapo de colores, un poco feo. Uno no sabe bien qué hacer cuando le ataca algo así, me refiero a que no es muy normal y aunque no pica aprieta, menos que un pañal para niños, pero aprieta. Lo recogí del suelo y le dejé pillado con la puerta del horno, agarré una cerveza fría y al salir de allí me atacó de nuevo por la espalda, restregándose fuerte por la nuca y una oreja. Ya se estaba pasando un poco.



Jacobo Sánchez  Marzo 2011

1 comentario: